La Presidenta en su nuevo rol de periodista en su artículo publicado en un diario de Rio Negro ha puesto sobre el tapete un debate que tuve hace tiempo y que me parece el país merece: es posible que la Universidad produzca otra cosa que no sea educación? Cito a CFK:
"En cuanto a la educación, la creación de la Universidad Nacional de Río Negro, que comenzará a funcionar el próximo año, tiene una prioridad fundamental: vincular lo académico con lo productivo. Un nuevo paradigma de país precisa de instituciones educativas que unan el conocimiento con la producción, generando mayor trabajo y riqueza para los argentinos."
Ejemplos de estos tenemos muchos en los cuales las Universidades crean "empresas" administradas por profesores o por personal contratado específicamente para el desarrollo de proyectos de investigación o consultoría. En muchos casos estas "empresas Universitarias" generan ingresos por distintos trabajos que realizan en la sociedad y esos ingresos se utilizan para la compra de equipamiento de laboratorios, de material didactico, etc y para el pago de salarios "extras" a los oficiales para realizar estas tareas. La pregunta escencial es: cuál es límite entre la educación y la búsqueda de ganancias por estos trabajos? Deberían estos servicios cobrarse como en el sector privado o deberían hacerse con el mero fin de la enseñanza a los alumnos e investigadores? Creo que a veces el límite no es claro y estas "empresitas universitarias" terminan siendo empresas con fines de lucro para los administradores, no para el estado o para los alumnos. Es lógico que la Universidad deba preparar profesionales preparados para ingresar al mercado laboral, pero utilizar a los alumnos y profesores para realizar tareas con fines de lucro personales para los Decanos o Administradores de turno es muy discutible.
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1 comentario:
No creo que haya realmente una disyuntiva al respecto. En general, las universidades de gran parte del mundo están llenas de profesores con dedicación intermedia que son asesores de empresas fundadas por ellos mismos o por graduados, y rara vez se resiente la calidad de la enseñanza o su orientación. Hay pocos docentes "especializados" y también pocos académicos con dedicación absoluta a la universidad.
No niego que sea difícil compaginar la productividad con la enseñanza, pero hay que tener en cuenta que salvo por los ingresos de la transferencia al medio, el presupuesto estatal y ocasionalmente alguna donación, las universidades se sostienen por la buena voluntad de los que intervienen en ellas, aún cuando el resultado final sea pobre. En general, una importante fuente de recursos para grandes universidades es la filantropía, pero acá estamos lejos de eso, aunque hay avances positivos en ciertas universidades privadas y en algunas públicas. Eso debería crecer...
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